¿Cómo usar desinfectantes correctamente para evitar problemas?

Los limpiadores desinfectantes son productos químicos que deben manipularse con cuidado y teniendo en cuenta algunas precauciones para evitar accidentes o que simplemente estos no surtan el efecto deseado. En este artículo te enseñamos cómo usar un desinfectante correctamente durante los procesos de limpieza y desinfección.

12 claves para usar desinfectantes adecuadamente

Uno de los aspectos claves para utilizar un producto desinfectante se trata de contar con las herramientas idóneas para hacer adecuadamente el trabajo, ya que de esta manera serán más efectivas estas tareas de limpieza.

Algunas de las claves esenciales para saber cómo usar un desinfectante son las siguientes:

1. Utilizar el desinfectante según su propósito específico

Hay que usar los desinfectantes de acuerdo a la función para la que hayan sido elaborados, ya que estos se usan para algunos propósitos concretos como luchar contra los virus, las bacterias, entre otros, de tal forma que no producen el efecto que se espera si se usan con otros propósitos.

Un ejemplo de esto suele ser usar el amoníaco como sustituto de la lejía, ya que va a ser necesario hacer una limpieza más exhaustiva y atenta porque su función primordial es servir como desengrasante y no limpiar y desinfectar profundamente, tal y como ocurre con la lejía.  

2. Humedecer el área donde se aplicarán

Los desinfectantes solamente suelen surtir efectos en los lugares donde son aplicados, por lo que, un consejo puntual de cómo usar un desinfectante se trata de que estos sitios deben rociarse totalmente cuando se vaya a limpiar, incluso si se tienen que sumergir en una solución de desinfectante a los objetos huecos.

Cuando estos productos de limpieza no alcancen todas las áreas que se van a limpiar, la mejor alternativa es emplear agua para quitar la suciedad antes de hacer la desinfección.

3. Dejar que los desinfectantes actúen el tiempo necesario

Otro de los aspectos esenciales con respecto a cómo usar un desinfectante consiste en dejarlo actuar el tiempo recomendado para que surta efecto, ya que existen algunos gérmenes que suelen ser muy resistentes a este tipo de productos. Por lo tanto, lo más favorable es seguir las indicaciones de las etiquetas.

4. Usar la dosis exacta

Los desinfectantes son eficaces en la medida en la que se empleen en la dosis exacta. Antes de ser usados, deben diluirse previamente en el caso de que sean desinfectantes concentrados, mientras que, si la concentración es muy alta, se va a formar una película o la superficie se va a poder dañar por contener ingredientes que sean abrasivos.

5. Tirar los desinfectantes en el lugar destinado para ello

Los desinfectantes deben tirarse en el sitio que se haya destinado para ellos. Uno de los cuidados que se debe tener en lo que se refiere a cómo usar un desinfectante es el hecho de que estos productos no se deben echar por el fregadero o el inodoro, porque suelen ser muy contaminantes para el medioambiente.

Una manera de contrarrestar este tipo de efectos suele ser optar por el uso de desinfectantes ecológicos.

6. Revisar la fecha de caducidad de los desinfectantes

Con relación a cómo usar un desinfectante, es muy importante corroborar cuál es su fecha de caducidad, ya que no es seguro emplear estos componentes después de que hayan superado esta fecha de vigencia.

7. Usar los desinfectantes con toallitas de papel

Una de las recomendaciones que hay que tener en cuenta en lo que concierne a cómo usar un desinfectante consiste en emplear toallitas de papel, ya que tienen la ventaja de que se pueden eliminar fácilmente después de limpiar.

En caso de que se usen paños, estos se deben lavar inmediatamente después de usarlos con una temperatura de al menos unos 60°. También, hay que evitar usar los mismos paños para limpiar diversas estancias de la casa como baño, cocina, aseo, entre otros, ya que se podrían propagar los gérmenes.

8. Utilizar utensilios para protegerse durante la limpieza

Emplear guantes durante la limpieza y gel desinfectante antes y después de la limpieza es otra de las claves de cómo usar un desinfectante, ya que de esa manera se podrán proteger las manos y evitar accidentes al hacer estas tareas.

9. Limpiar exhaustivamente la cocina y los baños

La cocina y los baños se deben limpiar con amoníaco, porque este tiene propiedades desengrasantes y desinfectantes. La forma de cómo usar un desinfectante en estas áreas consiste en limpiar lavabo, grifos, paños, radiadores, ropa, sanitarios, entre otros.

Hay que poner énfasis en los armarios, empezando por los de arriba, tanto por el interior como por el exterior, aspirando y eliminando todos los rastros de polvo que haya, así como los restos de comida. El suelo de los baños y las cocinas se tienen que barrer y fregar dos veces a la semana.

10. Desinfectar los cristales

En lo que concierne al modo de cómo usar un desengrasante si se trata de los cristales, estos se pueden limpiar con amoníaco, ya que, además de su efecto desengrasante, también sirve como desinfectante. Otra alternativa es utilizar vinagre, diluyéndolo en agua tibia o caliente.

11.  Alfombras y suelo

Hay que tener cuidado con las moquetas y alfombras, de tal modo que se deben aspirar por lo menos una vez por semana.

12.  Limpiar los televisores y monitores con alcohol isopropílico y agua destilada

Los monitores y televisores deben tener una atención especial, en algunas circunstancias por causa de un exceso de presión se pueden inutilizar o producírseles píxeles o franjas muertas.

Una alternativa para hacer este tipo de limpiezas se trata de emplear un paño seco y que no tenga pelusas para limpiar la pantalla y el polvo del marco, así como mezclar alcohol isopropílico y agua destilada en partes iguales. Sin embargo, se debe evitar aplicar esta solución directamente sobre la pantalla.

Por el contrario, hay que humedecerlos con un paño limpio y seco, aplicando con mucha delicadeza esta solución.

Esperamos que con este post hayas aprendido las claves de cómo usar un desinfectante correctamente y puedas sacarles el máximo provecho a estos productos durante la limpieza y desinfección de un local o vivienda.

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